domingo, 26 de agosto de 2012

Fran Brotons en el Canal de La Mancha

Hace un tiempo que quería escribir unas palabras sobre el crevillentino Francisco Brotons, amigo, compañero de equipo, excepcional persona y todo un luchador.
Tras varios años realizando multitud de travesías, entre las que destaco Estrecho de Gibraltar, Cabrera-Mallorca, Marnatones, Cullera, Tabarca,..... Este año se encomendó a mi para preparar el gran reto de toda su trayectoria, Cruzar el Canal de la Mancha, algo que solo de escuchar ya da mucho respeto, ya que solo un puñado de españoles pueden presumir de tal azaña.
La preparación comenzó en octubre, y ha sido larga y dura, no solo por el esfuerzo físico, y todas las horas de entrenamiento, dolores y canasancio, sino por el esfuerzo a nivel personal, el tener que dedicar su tiempo libre a nadar, el sacrificio que supone a nivel familiar, y el sacrificio económico.
En mayo y tras multitud de entrenamientos largos en mar sin neopreno, con el fin de aclimatarse, llegó el primer desafío, realizar el Cruce Tabarca-Alicante sin neopreno, del cual salió airoso. Posteriormente vino una sesión de 10horas en piscina con nuestra heroína Selina Moreno, casi nada.

El pasado 28 de Julio llegó su gran reto, el cruce del Canal de la Mancha, 37km con el agua entre 14,5 y 16ºC, todo un desafío.
Acompañándolo su amigo Raúl Pérez quien le apoyó tanto desde el barco como desde el agua realizando parte del cruce con Fran, y Nieves, que le apoyó desde el barco.
Tras 10 interminables horas y un mar complicado el patrón decidió sacar a Fran del agua, cuando se encontraba a cerca de 6Km para alcanzar la costa francesa. Para mi el cruce es una realidad, ya que ni fue su voluntad ni las condiciones permitieron seguir con el nado.
Desde aquí aprovecho para felicitar a Fran, darle mi enhorabuena por el esfuerzo, dedicación y ejemplo que ha sido para todos, eres muy GRANDE.
Parece ser que Fran lo intentará, hecho que admiro profundamente, y espero poder ayudarle para llegar preparado, aunque a veces, el mar es el que dicta las normas.
El éxito se mide por como superamos la decepción.

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