Tras un lunes y martes de turismo y entrenos me desplacé a Santa Fe.
Inicialmente con mi amiga Vanesa García, "torita" (como todos la conocen), donde pasé el miércoles, en Paraná, en un muy lluvioso día, donde doblamos en la pileta donde suele entrenar, y charlamos de nuestras vidas desde la prueba de Croacia de finales de verano, donde tuvimos la suerte de conocernos.
El miércoles noche ya estábamos inmersos en Santa Fe, con el resto de nadadores en el hotel de concentración, y respirando ese ambiente previo a las pruebas, en el que los primeros días muchos nadadores no nos conocemos, y todos vamos con cierto nerviosismo.
Nadadores,actos y prolegómenos
El jueves arrancó con presentación de todos los nadadores en la Casa de Gobierno de Santa Fe. Lo cierto es que no estoy acostumbrado a este tipo de actos, me resultó muy curioso el despliegue que llevamos desde ese día, con policías de seguridad que nos acompañaron en los desplazamientos a todos lados, cortando el tráfico a nuestro paso y velando por nuestra seguridad. Algo a lo que no me acostumbro es a los medios de comunicación, pero procuro ser lo más natural, incluso creo en varias entrevistas bromeé con desconocer la distancia de la prueba, haciéndome el sorprendido, me queda grande, jeje.
Por suerte tuvimos tiempo de entrenar y de conocernos mejor los nadadores entre nosotros, y aquí es donde destaco a Samir Barel, que ya conocía por sus participaciones en Grand Prix, por lo que había escuchado de otros nadadores y por el gran gesto con mi compatriota Esther Nuñez en Macedonia, donde le abandonaron las fuerzas y él se quedó a su lado y nado la prueba junto a ella, digno de admiración por su parte. Y sí, así es Samir, una gran persona, con buenas palabras para todos, luchador, y un superclase como la copa de un pino. Todo un honor haberte conocido, sé que me vuelvo con una gran amistad y solo por eso ya merece la pena todo.
Y no fue el único, también tuve el placer de reencontrarme con Ignacio Grignaschi, otro crack , que en esta ocasión hacía de coach de Ignacio Ravagna, otro veterano de mi quinta que le va el ultrafondo, y con los que compartí muchos momentos de mi estancia en Santa Fe. Otro grande es Aquiles Balaudo, gran tipo y nadador, un placer haberte conocido. Así como a Mauricio Gatica, Martin Grossi, David Paanero, Romina Imwilkeried, Daria Marin , Nico Segurado, Victoria Mori, Damian Juárez, Cecilia Biagioli, Gabriel Villagoiz, Claudio Tisera. Y destaco a dos grandísimos nadadores como Guille Bertola, un gran tipo, con quien pudimos disfrutar de buenas experiencias dentro y fuera del aguas, y otro grande como Erwin Maldonado. Un placer poder haber compartido con esta gente esta gran experiencia, espero nos crucemos de nuevo en más pruebas.
El jueves por la tarde tuvimos un desfile desde la estación Shell (patrocinador) en Coronda hasta la costanera, donde finalizaría la prueba el domingo, donde tuvimos una gran recepción por parte de la ciudad de Coronda, y donde realizamos el sprint. Un sprint marcado por dos consejos, "nada tranquilo, es sólo una exhibición" y la más importante "no tragues agua". Y así traté de hacerlo, esfuerzo mínimo, toma de contacto con el escenario de meta, con un río bastante crecido, y un agua "chocolate" que no animaba a beber, y menos después de los muchos avisos que había recibido, tratando de evitar posibles problemas estomacales que condicionaran mi participación del domingo. Ganó Erwin, seguido de Villagoiz, terceros entraron juntos Bertola y Samir, quinto fue David Panero, seguido de cerca por Balaudo y yo séptimo, con Cecilia Biagioli delante nuestro, Daria segunda chica, y Vanesa tercera, pero que tragó agua y le pasó factura en la prueba.
Viernes algo más tranquilo, con entrenamientos, la charla técnica, y reconocimiento médico, y por la noche una agradable cena de los nadadores en el restaurante de la costanera de Santa Fe donde se realizaría la salida de la prueba.
El sábado fue un día para los nadadores, entrenamientos, últimos preparativos, descanso y concentración, cada uno a su manera. Yo aproveché para entrenar con el resto muy poco, descansar un poco, y pasear y comprar últimas cosas para la prueba.
Llegó el día
A las 6:00 ya estaba en el restaurante desayunando, llegué el primero, lo tomé con calma, ritual de siempre, desayuno de siempre, pero abundante, sabía que esos nervios que me acompañaban eran los buenos, que tras los primeros 30" iban a desaparecer, y que todo lo demás estaba por ver, pero que iba a ser una prueba muy larga, y había que tomarlo con filosofía, reservando fuerzas, y controlando los avituallamientos. Fer me ayudó con todo, y tuve tiempo hasta de relajarme un poco antes de tomar el bus camino de la costanera.
Una vez allí muchísima expectación, mucha gente, medios de comunicación, creo que ha sido la vez que más fotos y entrevistas me han hecho (durante toda la semana). Engrasado, bañador técnico, gafas, gorro, calentamiento, y la esperada presentación, muy concentrado en todo momento.
Bajada a la costanera y pistoletazo de salida. Primeros metros y comenzaba a desaparecer la tensión, estaba en mi medio, había llegado el día, no había nada más, solo el río y yo, haciendo lo que más me gusta, sintiendo el agua, la velocidad de la corriente, mi respiración, un brazo tras el otro, avanzando metros hasta la deseada meta.
Me tomé la salida con calma, y a los treinta minutos estaba ubicado 7º-8º nadando con Romina (internacional argentina). Fer me insistió en seguir con ella, por delante podía divisar los barcos de dos nadadores más a no mucha distancia, y por detrás otros tres nadadores más, pero la posición para el inicio era muy buena. La zona del puerto pasó rápido, y hasta la entrada al vado también, casi sin darme cuenta, ya habían pasado casi dos horas, y estaba muy cómodo con el nado y las sensaciones.
Justo en la entrada al vado nos dieron alcance Grossi y Segurado, y nadamos en fila unos cuantos cientos de metros, pegados a los "yuyos" (plantas de las orillas), para evitar la corriente que iba en aumento cuanto más nos adentrábamos al vado, provocada por la crecida del Rio Salado, que tomaríamos justo a la salida del vado, y que nos conduciría de nuevo al Coronda.
Justo tras superar el puente Carretero, comencé a tirar delante, y tras unos minutos me quedé solo, nadé rozando los "yuyos" durante un buen rato y me hizo desmarcarme, ganar ventaja con el grupo de atrás, superar a Balaudo y Panero (5º y 6º hombres) que luchaban contracorriente en la orilla contraria, y alcanzar a Samir (4º hombre).
Se complicó todavía más a la salida del vado, Samir se alejó no más de 50 metros, y yo tuve que apretar el ritmo para salir del mismo, y cuando lo hice, el río Salado nos arrastraba a gran velocidad por Santo Tomé, y fue en ese instante cuando pararon la prueba y nos obligaron a salir del agua, me encontraba 6º de la general, siendo 5º hombre, fui el último en salir del vado, por detrás quedaban 12 nadadores luchando contra la corriente. Por delante toda una prueba sin apenas más obstáculos que el cansancio del paso de las horas, no me lo podía creer, al principio me opuse, pero con la llegada de un barca de la organización con Samir montado en él me di cuenta de que iba en serio. Se vino abajo todo, y se desvaneció el sueño de tocar el pontón.
Tras eso vinieron tres horas en unas instalaciones de un camping a la espera de que amainara la tormenta para llevarnos al hotel, dudas y preguntas por parte de todos, sobre la prueba, los premios,...etc, en mi cabeza un "no puede ser". El resto ya no tenía sentido, ni que hacer con los premios, ni la fiesta, ni la clausura.
Tomé una decisión, que me llevará a otro destino a por la próxima prueba, y que pronto desvelaré.
Extraje conclusiones, y me quedo con la gran experiencia vivida, las estupendas amistades creadas, y las buenas sensaciones de nado.
También he de resaltar el magnífico trabajo de la organización de la prueba, desde Marcelo Micocci, al que agradezco la oportunidad de nadar esta magnífica prueba, así como a Martín, que coordinó excepcionalmente todos los actos y se preocupó por todos y cada uno de los nadadores, pasando por los voluntarios, embarcaciones, guardavidas, boteros, y gente implicada en esta prueba. Gracias!!!!
No pudimos quedarnos al acto de clausura, debido a nuestro vuelo a Bariloche, y las alarmas de tormenta, además de no saber la demora en el traslado a Buenos Aires con la Autovía principal inundada y cortada por tres días.
Gracias por todo Santa Fe, Organización de la Maratón más Linda del Mundo, y amigos!! Espero volver en 2016, y besar ese pontón que este año se ha resistido.
El jueves por la tarde tuvimos un desfile desde la estación Shell (patrocinador) en Coronda hasta la costanera, donde finalizaría la prueba el domingo, donde tuvimos una gran recepción por parte de la ciudad de Coronda, y donde realizamos el sprint. Un sprint marcado por dos consejos, "nada tranquilo, es sólo una exhibición" y la más importante "no tragues agua". Y así traté de hacerlo, esfuerzo mínimo, toma de contacto con el escenario de meta, con un río bastante crecido, y un agua "chocolate" que no animaba a beber, y menos después de los muchos avisos que había recibido, tratando de evitar posibles problemas estomacales que condicionaran mi participación del domingo. Ganó Erwin, seguido de Villagoiz, terceros entraron juntos Bertola y Samir, quinto fue David Panero, seguido de cerca por Balaudo y yo séptimo, con Cecilia Biagioli delante nuestro, Daria segunda chica, y Vanesa tercera, pero que tragó agua y le pasó factura en la prueba.
Viernes algo más tranquilo, con entrenamientos, la charla técnica, y reconocimiento médico, y por la noche una agradable cena de los nadadores en el restaurante de la costanera de Santa Fe donde se realizaría la salida de la prueba.
El sábado fue un día para los nadadores, entrenamientos, últimos preparativos, descanso y concentración, cada uno a su manera. Yo aproveché para entrenar con el resto muy poco, descansar un poco, y pasear y comprar últimas cosas para la prueba.
Llegó el día
A las 6:00 ya estaba en el restaurante desayunando, llegué el primero, lo tomé con calma, ritual de siempre, desayuno de siempre, pero abundante, sabía que esos nervios que me acompañaban eran los buenos, que tras los primeros 30" iban a desaparecer, y que todo lo demás estaba por ver, pero que iba a ser una prueba muy larga, y había que tomarlo con filosofía, reservando fuerzas, y controlando los avituallamientos. Fer me ayudó con todo, y tuve tiempo hasta de relajarme un poco antes de tomar el bus camino de la costanera.
Una vez allí muchísima expectación, mucha gente, medios de comunicación, creo que ha sido la vez que más fotos y entrevistas me han hecho (durante toda la semana). Engrasado, bañador técnico, gafas, gorro, calentamiento, y la esperada presentación, muy concentrado en todo momento.
Bajada a la costanera y pistoletazo de salida. Primeros metros y comenzaba a desaparecer la tensión, estaba en mi medio, había llegado el día, no había nada más, solo el río y yo, haciendo lo que más me gusta, sintiendo el agua, la velocidad de la corriente, mi respiración, un brazo tras el otro, avanzando metros hasta la deseada meta.
Me tomé la salida con calma, y a los treinta minutos estaba ubicado 7º-8º nadando con Romina (internacional argentina). Fer me insistió en seguir con ella, por delante podía divisar los barcos de dos nadadores más a no mucha distancia, y por detrás otros tres nadadores más, pero la posición para el inicio era muy buena. La zona del puerto pasó rápido, y hasta la entrada al vado también, casi sin darme cuenta, ya habían pasado casi dos horas, y estaba muy cómodo con el nado y las sensaciones.
Justo en la entrada al vado nos dieron alcance Grossi y Segurado, y nadamos en fila unos cuantos cientos de metros, pegados a los "yuyos" (plantas de las orillas), para evitar la corriente que iba en aumento cuanto más nos adentrábamos al vado, provocada por la crecida del Rio Salado, que tomaríamos justo a la salida del vado, y que nos conduciría de nuevo al Coronda.
Justo tras superar el puente Carretero, comencé a tirar delante, y tras unos minutos me quedé solo, nadé rozando los "yuyos" durante un buen rato y me hizo desmarcarme, ganar ventaja con el grupo de atrás, superar a Balaudo y Panero (5º y 6º hombres) que luchaban contracorriente en la orilla contraria, y alcanzar a Samir (4º hombre).
Se complicó todavía más a la salida del vado, Samir se alejó no más de 50 metros, y yo tuve que apretar el ritmo para salir del mismo, y cuando lo hice, el río Salado nos arrastraba a gran velocidad por Santo Tomé, y fue en ese instante cuando pararon la prueba y nos obligaron a salir del agua, me encontraba 6º de la general, siendo 5º hombre, fui el último en salir del vado, por detrás quedaban 12 nadadores luchando contra la corriente. Por delante toda una prueba sin apenas más obstáculos que el cansancio del paso de las horas, no me lo podía creer, al principio me opuse, pero con la llegada de un barca de la organización con Samir montado en él me di cuenta de que iba en serio. Se vino abajo todo, y se desvaneció el sueño de tocar el pontón.
Tras eso vinieron tres horas en unas instalaciones de un camping a la espera de que amainara la tormenta para llevarnos al hotel, dudas y preguntas por parte de todos, sobre la prueba, los premios,...etc, en mi cabeza un "no puede ser". El resto ya no tenía sentido, ni que hacer con los premios, ni la fiesta, ni la clausura.
Tomé una decisión, que me llevará a otro destino a por la próxima prueba, y que pronto desvelaré.
Extraje conclusiones, y me quedo con la gran experiencia vivida, las estupendas amistades creadas, y las buenas sensaciones de nado.
También he de resaltar el magnífico trabajo de la organización de la prueba, desde Marcelo Micocci, al que agradezco la oportunidad de nadar esta magnífica prueba, así como a Martín, que coordinó excepcionalmente todos los actos y se preocupó por todos y cada uno de los nadadores, pasando por los voluntarios, embarcaciones, guardavidas, boteros, y gente implicada en esta prueba. Gracias!!!!
No pudimos quedarnos al acto de clausura, debido a nuestro vuelo a Bariloche, y las alarmas de tormenta, además de no saber la demora en el traslado a Buenos Aires con la Autovía principal inundada y cortada por tres días.
Gracias por todo Santa Fe, Organización de la Maratón más Linda del Mundo, y amigos!! Espero volver en 2016, y besar ese pontón que este año se ha resistido.